El título quizá cree más expectativas de las que voy a ofrecer, pero me gusta enganchar al lector con un buen titular. Tengo ese puntito sensacionalista. Otras opciones eran "Cosas que hacer en un lugar muerto", versión propio de la película "Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto". Pero al grano. Este fin de semana he estado en un seminario de profesores en Geilo (pronunciado Yailo), un popular centro de esquí en las montañas del centro de Noruega. Y no, aunque en noruega haga frío, en septiembre aún no hay nieve. Al menos no en Geilo. ¿Y qué es una estación de esquí sin nieve? ¿No es la más clara definición de un lugar muerto? No para un noruego. Después de tres años en Noruega sigo siendo un urbanita y no le saco todo el provecho que tiene a esta maravillosa naturaleza. Confesar que he estado tres días en la montaña, y no he salido del hotel. Seminario, bar y bolera. Bueno, media horita de paseo sí dí. No es para estar orgulloso, pero lo de levantarme a las siete para subir a la montaña no va conmigo. Geilo tiene muchas opciones para los que les gusten estas cosas: Paseos por el monte, con telesilla para subir a la cima, pesca, caza, paseos a caballo... ¿Llegará el día en que le encuentre la gracia a estar dos horas con la caña tirada en el agua y sin ni siquiera poder tomar una cerveza? (Porque aquí ya con eso, si coges el coche, por lo menos te la cortan) Todo este post vino al hilo de una conversación con una sueca muy "divertida". La erudita de ella habla sueco, noruego, latín, francés e italiano. Y vaya, le fallaba el español. Me tocó a su lado en la mesa y dio por hecho que mi nivel de italiano es casi el de un romano. Y dando la brasa en la cena toda la noche. Y yo asintiendo. Cuando creía haber entendido algo, respondía en español y me daba cuenta que ella tampoco me entendía un carajo. Así que digo: no tengo ganas, pero me voy a fumar un cigarro. ¿Y qué pasó? Que preguntó si me podía acompañar. Jodó. Salimos a la terraza, que por cierto tenía unas vistas al anochecer fabulosas. Y dice: "¿No es esto la vida? ¿No es maravilloso? Yo no necesito nada más." Y yo pienso: "Pues no. ¿Acaso no es esto la muerte? No se define la muerte como el sitio en que no se encuentra un restaurante, un cine o un buen bar de tapas?". Noruega es precioso, sí. Pero hasta los fiordos cansan. Estos nórdicos son así. ¿Quién quiere tener un vaso de un buen Ribera cuando puede disfrutar de un paseo por el campo? Pues yo.
A pesar de estas críticas (siempre exageradas para dar más colorcillo al blog, claro) ha sido un fin de semana fantástico. Después de tomarme tres paracetamoles para sobrellevar las charlas sufridas en noruego con acento finés, sueco con acento sueco e intentos de español con varios acentos nórdicos, da tiempo para pasarlo bien con los compañeros. Nada mejor que un buen seminario. Ganar al jefe a los bolos con una jarra de cerveza que él ha pagado se agradece. Y los músicos de hotel no son tan malos como aparentan cuando se está en buena compañía. Yo creo que mi relación amor-odio con Noruega durará toda la vida. ¿Pero acaso no son todas las relaciones así?
ay periodista periodista y bebedor de vino! yo no conozco el vino "riVera", pero por esta tu tierra castellana hay un vino bastante decente en lo que se viene llamando la "riBera del duero"... ;-)
ResponderEliminarEn respuesta al anterior comentario. Puede ser cierto que hace tiempo que no voy por Valladolid y bebo Ribera de Duero, pero si miramos el diccionario de la RAE, Rivera viene tambien con V. Lo cual me salva el culo
ResponderEliminares como si dices que "ordeñas una Baca" y luego me dices que en la RAE Vaca también viene con B y que eso te salva el culo.
ResponderEliminarriVera/riBera serán homófonas (se dice así, no?), pero no significan lo mismo. en la RAE se comprueba.
pesao, pesao, sé que soy un pesao.
y, al menos, podías cambiarlo, no? :-)