Hoy toca sombra. Recuerden el título del blog. Pero como todo, como el Ying y el Yang, lo que para mí es sombra, para otros es luz. Me explico. Cuando me vine a Noruega, como casi todos los novatos, lo hice pensando que aquí el dinero crecía de los árboles y la tecnología te ayudaba hasta a limpiarte el trasero (esto ya ha llegado a España. Véase el enlace). Pero me equivoqué. El dinero ni nace, ni crece, ni se reproduce. Sólo se gasta. Cierto es que mi sueldo será dos veces mayor que la media española, pero los casi 700 euros que voy a pagar este mes en electricidad duelen que no veas. Así, hay que buscar alternativas. Y una es la leña. Vuelta al siglo XIX. La hoguera la usaba yo en el pueblo porque daba gusto sentarse al lado y sentirse justo ahí, en el pueblo. Pues el Gas Natural hace tiempo que ha alejado al españolito común del fuego. Antes, para alejarnos de la chimenea, los padres tenían que insistir con eso de que si estabas mucho tiempo enfrente te meabas en la cama. Mito urbano. Pero aquí, en Noruega, en una casa, es un método natural de calentarla. Y dios mío si hace falta leña. Toneladas. Y también cuesta dinero. Mucho dinero. Pero aquí llega la suerte del primo granjero con muchos árboles que ofrece la leña. ¿Gratis? Esta palabra no existe en Noruega. Te llevas la leña, sí, pero la cortas tú. Y aquí es cuando llega el calzarse las botas, el pantalón de campaña, los cascos antiruido, y como la cabra tira p´al monte, así nos ponemos nosotros a cortar árboles. El paseo de hoy fue con mi cuñado y mis sobrinos. Norueguitos de pro que les gusta más el bosque que a un tonto un lápiz. Y ellos disfrutan. Con barro hasta las rodillas, sudando como pollos, y pasándolo pipa. Y sin ni siquiera una buena bota para echarse un trago de vino a medio camino. Tan sólo el termo con el aguachirli ese que llaman café. Pero yo no disfruto, oiga. Hacerme llagas en las manos no es mi plan perfecto para un sábado por la mañana. Definitivamente, sigo siendo un urbanita. (Además de un poco flojo, puede ser verdad).
Interesante. Donde yo vivo tambien tienes amigos,familiares que te dicen -Si quereis leña, pasad a cortarla. Es muy bonito.
ResponderEliminarPor cierto podrias ,para nosotras hacer un video de como se ducha un español es Noruega.ES BROMA.
Un abrazo
Jeje, me lo plantearé, si eso ayuda a aumentar las visitas y a que se haga clic en la publicidad :) Pero no se yo si funcionaría. :)
ResponderEliminarEl dinero es para eso, para disfrutarlo con salud.
ResponderEliminarSi naciste en el 78 pocas lumbres hiciste en el pueblo, Imagínate los que nacimos en los años 50.
En muchos pueblos de Castilla y León no había luz ni agua en las casas y sobrevivimos.
Se quemaba muchos carros de leña de jaras, urz, roble y encina, para cocinar todo el año y calentarnos en el invierno. A mi me decían que si me arrimaba mucho al fuego me salían cabras en las piernas, y era cierto.
En las ciudades de España la leña también se paga, Cada vez se utiliza menos porque somos más cómodos y más ricos.
El los 70 estuve en Suiza y las imágenes que pones me recuerda mucho ese país, Fue emigrante en la hosteleria, no tengo complejo de decirlo. A ver si tus padres se animan a escribir en tu blog y nos cuentan cosas, no vale solo leer.
Saludos desde puecela con mucho frió.