Soy un hortera. Y no, no es que lo piense yo, que me considero la personalización de la elegancia y del estilo, sino que me lo ha dicho un alumno. Sí, un estudiante, con todo su careto, me ha dicho directamente al mío que soy un poco hortera. Siempre me gustó la canción de los ilegales, la del macarra y el hortera, que va a toda hostia por la carretera, pero de eso a que me lo digan así, hay un paso.
El caso es que de nuevo viene la contraposición de los pijos y los cutres, o lo que es lo mismo en Noruega, y sólo para algunos noruegos, Oslo y Drammen. Yo vivo en Drammen, el Móstoles noruego, con todos mis respetos para Móstoles, y aquí se tienen la imagen de que Drammen es, en noruego, "harry", que se traduce como algo así entre cutre y hortera. Y trabajo en NTG-Norges Toppidrettsgymnas (Escuela Noruega para deportistas de élite). Debe ser una de las escuelas más pijas de toda Noruega. Está situada en Bærum, una de las zonas más elitistas del país. Si tenemos en cuenta el nivel de vida de este país escandinavo, podemos imaginar cómo es la cuenta corriente de los padres de muchas de estas criaturas. Casi todos tienen dos barcos, un apartamento en España y otro en Tahilandia. Así, sacando mi vena patriótica que me sale por vivir un par de años en esta urbe, pregunto: "¿Pero de dónde sacáis esa imagen cutre de Drammen? La ciudad tiene todo y más que pueda tener Baerum: salas de conciertos, bares, piscina..." Y la respuesta fue: "Quizás no es la ciudad, es la gente". Y me empecé a meter en la boca del lobo: "¿Conocéis a alguien de Drammen?". "Sólo a otro y a tí". Y vino la pregunta: "¿Y yo soy hortera?" Y llegó la respuesta: "Pues un poco". Coño, me dejó roto. Yo, con mi fular y mis gafas Police, y el niño del jersey Gant me llama hortera. Yo, que me creía el profe más guay.
Y llega admitir la realidad. Me estoy haciendo viejo. Resulta, que las gafas que se llevan ahora son las ochenteras Ray-Ban de Tom Cruise en Risky Businnes. Yo jamás me las podría poner, pues ¡¡son de los ochenta!! y nosotros somos de los noventa.David, el de las gafas horteras
No. Ahí está el fallo, y ahí están los alumnos para recordarlo. Eso fue hace diez años. Dios mío, trabajar con adolescentes no se si me contagia la juventud o me envejece por momentos. Y les hice una pregunta en español, que tuvieron que traducir al noruego. ¿Es mejor ser un pijo que un hortera? A mí no me gusta ninguno, pero si tengo que elegir, me quedo con el hortera, que va a toda hostia por la carretera. Tom, al que le quedan bien cualquier tipo de gafas. También las Ray-Ban
Yo no se bien si el hortera espanhol se corresponde al grasa argentino. Imagino que si. Y el pijo es el cheto. Y puestosa elegir, es mas simpatico el grasa. Los chetos son todos iguales (los grasas tambien, pero por default, no por eleccion)
ResponderEliminarPor lo demas David, si, nos estamos poniendo viejos. Y a vos se te nota mas que al resto.
PD. La mac deberia tener acentos... (ves, escribo en mac... eso debe darme puntos para ser pijo, no?)
Jajajajaja muy buen post ! Vamos a ver , a mi David que no me lo llamen hortera eh !
ResponderEliminarCreo que nos hacemos mayores, y aunque nos creamos modernillos los que ahora tienen entre 16 y 25 años nos miran raritos jajaja es asi. Yo ya lo tengo asumido. Muchas veces me pongo algo " modernillo " y yo me creo divina y mi vecina de 20 años me dice que donde voy.
Vivir en una isla llena de pijos y gente divina de la muerte , es muy duro !
Un besazo David y ya tenia ganas de leerte asi.
Maria
Queridos amigos, me encanta que mis lectores más fieles estén al pie del cañón nada más que escribo.
ResponderEliminarQuerido Alfredo, pijo y cutre sería algo así como los seguidores del River Plate y el Boca Juniors. Y sí, tú pareces mucho más del River, por mucha camiseta del Che Maradona que te pongas ;)
Querida María, no seas modesta, no nos conocemos, pero seguro que eres divina de la muerte y de la vida :)
Y amigo mariano, si sólo vienen de visita, bien, pero si te toca ser responsable de su salud física, preocúpate de tu salud mental.
Hola David: en situaciones como ésta, no queda otra que mirar a tu mujer, luego de volver del trabajo, y preguntarle si cree que eres hortera. Aunque no lo parezca, a veces, los alumnos dicen la verdad pero la mayoría de las ellas, sólo quieren fastidiar.
ResponderEliminarSaludos