Me quedó un poco de mal sabor de boca tras el post de ayer, y como quiero recordar que este blog se llama "De luces y sombras", la cal necesita un poco de arena, o viceversa.
Lo peor del invierno, no es el frío, es la oscuridad. Lo mejor, tampoco es el frío, es la nieve. Hoy el termómetro nos ha dado una pausa subiendo (o bajando, según se mire) de la frontera de los 15 grados bajo cero y con unos maravillosos -12º me fui con mi hijo a 500 metros de mi casa a tirarme en los trineos que trajo Julenisse (Papa Noel). He aquí el resultado :)
Una mezcla de nostalgia, Spotify, Youtube y casualidad me hicieron llegar a la canción que acompaña esta entrada. "¿Dónde están mis amigos?", de Extremoduro. Eso me pregunto yo, ¿dónde están mis amigos? ¿encerrados sin motivo? ¿En Caceres 2, Alcalá Meco o en Puerto de Santa María?
Estas son mis segundas navidades consecutivas en Noruega, y la morriña aprieta las tripas. No tanto por la familia, con la que estuve en verano y voy a reencontrarme en breve, pero sí con los amigos, con los colegas, con los que hace ya ni me acuerdo no me corro una juerga como es debido. Uno no puede tener despedidas de soltero todos los meses.
Los amigos, los buenos, son pocos, pero valen mucho. Pero aún así, alguno necesita un tirón de orejas de vez en cuando.
Yo ya llevo más de cinco años aquí en Noruega. Que no es poco. Tan sólo un lustro. Pero a mí la palabra lustro siempre me ha sonado a eternidad. Por aquí han pasado muchos amigos. Casi todos los cercanos. Casi todos. Pero de eso parece que pasó ya una eternidad. Más de un lustro. Aquí en Drammen vive otra pareja de españoles, David y Sara, quienes por cierto empezaron a conocer Noruega a través de este blog, y quienes acaban de tener a la preciosa Rocio, pues bien es sabido que a Noruega uno viene a tener hijos. Veo, no con poca envidia, como tienen visita de España casi cada semana. Claro que tan sólo llevan aquí un año y tienen pensado volverse en un par de años más, y todos se apresuran a ver los fiordos. Los fiordos. Esos fiordos.
Todos los colegas vinieron a verme diciendo que tenían ganas de pasar unos días con mi hijo Daniel. Pero mi hija Lucía ya ha cumplido un año y aún no le ha visitado ningún padrino. Lo cierto es que, hasta ahora (y espero que cambie, es la intención de este post) pocos han repetido visita. Una vez vistos los fiordos, Noruega no llama tanto la atención. Y alguno hasta casi se me enfada porque vivo a seis horas de los fiordos que vemos en las revistas.
Tampoco les voy a quemar en la hoguera. Noruega no está tan cerca como para echarse un finde. Aunque sea posible. Yo lo voy a hacer este mes. Ryanair conecta barato, pero la crisis en España no hace fácil acercarse al país más caro del mundo. Supongo. Y la crisis hace trabajar extra, y sacar días libres es complicado. La crisis. Esa crisis.
Noruega está lejos, sí. Pero parece que de España a Noruega hay mayor distancia que en sentido contrario. Aunque no es tan raro. Me pasa aquí mismo. Yo voy a Oslo a menudo. A 40 kilómetros de mi casa. Pero en sentido contrario parecen 400 kilómetros, porque pocos hay de la capital que se atreven a salir a provincias.
Estoy releyendo lo escrito hasta ahora, y parece demasiado deprimente. Me estoy planteando en eliminarlo. Pero bueno, ahí está, lo que ha saliddo de las teclas. Será el producto de las Navidades blancas. Y tan blancas. Un metro de nieve y veinte bajo cero desde hace ya un mes.
Pero no quiero acabar de bajón. Alfredo Landa nos enseño que Pepe se iba a Alemania y yo invito a amigos y seguidores a venirse p`a Noruega. Y animaos a venir a Drammen, que en el 2011 celebran el centenario de la ciudad y anuncian grandes acontecimientos. Esperaremos a ver qué entienden los noruegos por grandes acontecimientos. Nos vemos.
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Había encontrado un video en Youtube con una fantástica versión de la canción junto al no menos genio Albert Pla. Algo más tranquila y apta para todos los públicos. Pero las discográficas se están poniendo muy tontas y están quitando de Youtube los mejores videos. Así ha pasado con este. Y he tenido que colocar una versión sin imagen ni nada de sal y pimienta que lo acompañe. --
Hoy tenía que estar en Valladolid, en la recepción del Ayuntamiento a los "embajadores de Valladolid" en el mundo. No es así. Estoy en mi sofá de Solbergelva, Noruega. Pero el teléfono acorta distancias, y la semana pasada me hicieron una entrevista para Punto Radio Valladolid, en su sección semanal de los embajadores. Siguiendo mi vena egocentrista, he creado un video casero para que escuchar los diez minutos de entrevista no se haga muy pesado. A mí me parece divertido, ¿y a tí?