Hace ya una semana que empezó el esparado, esperadísimo, juicio a Anders B. Breivik. De momento, este juicio está aportando muchas preguntas, pero pocas respuestas. Y tampoco está claro que esas respuestas vayan a llegar a lo largo de las diez semanas de juicio. La mayor pregunta que yo me hago es: ¿Quién gana con este juicio? A lo conclusión más clara que he llegado es que, sin duda, el primero que gana es Breivik.
Está consiguiendo todo, todo lo que quiere.
¿Ser famoso? Sin duda. Portada continua de todos los medios noruegos, y gran cobertura de medios internacionales (no mucho los españoles, aunque eso lo dejo para más tarde). En mi opinión, esto era también parte de su maquiavélico plan. El juicio y su notoriedad. Cuando la policía llegó a Utoya, no opuso resistencia. De haber sido así, habría habido una alta posibilidad de ser disparado por la Policía, que ya conocía el alcance de los hechos. Pero no. Matar 77 personas no era suficiente para Breivik. Necesitaba este circo mediático. Miren lo que pasó en Touluse. El terrorista fue abatido y hoy ya nadie habla de él.
¿Dar a conocer su mensaje? Absolutamente. Su manifiesto es más conocido que El Quijote.
¿Ser un héroe? En cierto modo. No son pocos los miembros de grupos radicales de ultraderecha que comparten totalmente la visión de Breivik, aunque se desmarquen de los hechos violentos. Y otros que no pertenecen a ningún grupo, pero que simpatizan con el mensaje xenófobo y racista.
¿Ser declarado penalmente responsable? Es otra de las preguntas en el aire, pero cuando el propio acusado y la acusación particular quieren que así sea, tiene bastantes papeletas. Parece que, ahora mismo, es tan sólo la Fiscalía la que pide declararle inhábil.
¿Libertad o pena de muerte? Por su propio bien, entre esas dos alternativas, sería la pena de muerte, porque en caso de salir libre mañana, hay unos cuantos con ganas de una venganza mucha más terrible que cualquier pena capital. La pena de muerte, por suerte, no existe en Noruega, y la opción de prisión perpetua está abierta, pero yo creo que Breivik un día será libre. ¿Qué pasará entonces? Es otra de las preguntas sin respuesta.
Entonces, si Breivik gana, tiene que ser lógico que otros, los buenos, también saquen de provecho, o todo esto no tendría ningún sentido.
Las víctimas y sus familiares: Yo no puedo llegar a entender cómo pueden tener el valor de estar en la misma sala que el animal que les disparó o mató a sus hijos. Supongo que esperarían ver algo de arrepentimiento, por no pensar que aquellas muertes fueron algo totalmente absurdo. Pero eso no está pasando. Breivik sigue sin mostrar el mínimo de empatía. ¿Ayudará en algo a sus sentimientos cuando llegue la condena?
La sociedad noruega: Ayer leí en varios medios noruegos que algunos periódicos americanos alaban la apertua que este juicio tiene ante la sociedad noruega. Contrapuesto a juicios sumarísimos a terroristas en Estados Unidos. Como periodista lo veo bien, porque siempre tengo la necesidad de contar todo lo que pasa a mi alrededor. Como miembro de una sociedad no estoy tan seguro, pues no consigo alcanzar a entender en qué ayuda al juicio el dar la oportunidad a Breivik de defender sus ideas "políticas". En España nunca nos imaginaríamos a un terrorista de ETA disponiendo de una hora para justificar las muertes con su ideario.
La justicia del país: El sistema noruego ha funcionado hasta ahora. Pero no habían tenido casos de este calibre. ¿Seguirá siendo el sistema noruego tan "amable"? Espero que sí.
Los medios de comunicación: Hay muchos que están ganando con este juicio. Mucho. Es un circo mediático. A veces dando la sensación de que no se recuerde a las víctimas, aunque, en general, parecen tener algo de tacto. En cuanto a los medios de comunicación españoles, es un mundo aparte. España demuestra que cada vez es más un país de pandereta, y dedica más minutos a Salvame o al patriotismo barato de los últimos días, que a un caso que tiene bastante interés en España. Tanto el crecimiento de los grupos de ultraderecha, los problemas de los inmigrantes o la amenaza del terrorismo. Pero la crisis, la puta crisis, hace que la mayoría tan sólo se limite a contar lo que las agencias les dan. En este caso, yo conozco a la corresponsal de Reuters, una de las más usadas y es muy buena, sí, pero al final todos dan lo mismo, sin tener la opción de contar lo que está pasando en la sala y los sentimientos que produce escuchar a un individuo cómo ejecutó a decenas de jóvenes a sangre fría.
Queda tan sólo un día de declaración de Breivik. No sé qué más le quedará por contar. Luego llegan semanas de anális de los hechos. Bastante claros ya. Declaraciones de víctimas. Será triste pero aportarán pocas novedades, sólo tristeza. Así, la gran duda es lo que aporten los psiquiátras para saber si al final los jueces se decantan por la inhabilitación y el psiquiátrico, o la habilitación y la cárcel.
Seguiremos informando.
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Intentaré tuitear el juicio de vez en cuando, aunque, como he escrito, no se puede vivir del aire y no puedo estar dandole al pajarito todo el día. Hay que hacer algún trabajo que dé de comer.
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