Estamos de celebración. Y no me refiero a mi cumple, para el que aún quedan unas semanas (el 3 de julio ya tendré los 36), ni tampoco a los 200 años que alcanza la Constitución noruega, este sábado 17 de mayo. Es este blog que estas leyendo el que ayer cumplió seis añazos. Ya es un niño grande (o niña, que no se sí los blogs tienen sexo) con edad de ir al cole. Como casi todos los blogs, empezó como un entretenimiento y ha tenido sus altos y bajos. Temporadas con muchos post y otras, como la actual, sin numerosas entradas. No se sí es pura vaguearía, falta de tiempo o que ya he tocado casi todos los palos que se me ocurren sobre Noruega.
Lo que está claro es que si este blog sigue vivo es porque hay alguien leyendo al otro lado, y sólo puedo agradecerlo. "De luces y sombras" solo me ha dado alegrías. Numerosos comentarios positivos que han engordado mi ego en ocasiones y quiero creer que también la oportunidad de varios trabajos en el entorno del periodismo.
(Sigue tras la foto)
A la espera de que me hagáis peticiones de post (y por favor, no sólo de los de información para emigrar a Noruega, que de eso ya hay ahora mil blogs y los que me seguís sabéis que este pretende ser algo más que eso), quería aprovechar este post para tratar un tema de actualidad y que no se quede en autobombo. Acabo de leer que han detenido a la primera persona por escribir en Twitter animando a la violencia contra los políticos.
Partamos de mi repulsa a toda violencia y del asco que me dan los cobardes que se esconden en el anonimato para escupir todas sus frustraciones. Pero de ahí a querer limitar las redes sociales va un trecho. Idiotas y amenazas ha habido siempre. Yo mismo sufrí amenazas en mi época universitaria por parte de grupos de ultraderecha porque la revista que dirigía tenía publicidad de una clínica que practicaba abortos. Y hablamos de una época en que nadie había oído hablar de Facebook o Twitter. Me parece desagradable que la gente eche mierda sobre una mujer asesinada, por mala malota que esta fuera. Pero me parece aún más repugnante que sus correligionarios que dicen apoyarla, aprovechen esta circunstancia para cortar la rabia de la gente expresada en las redes sociales.
Por suerte ya existe un código penal que persigue amenazas, calumnias, injurias y toda clase de delito que se pueda cometer con el teclado de un ordenador. Rastrear una IP no parece difícil y descubrir al autor tampoco. Querer crear ahora un ambiente de miedo a los internautas para que tengan cuidado de lo que escriben es propio de las dictaduras y estados policiales.
Sólo puedo estar de acuerdo con los comentarios que afirman que esto es sólo una cortina de humo para desviar la atención de otros temas, para los cuales no se tiene tanta prisa en perseguir. Valga como resumen la foto que pillé hoy en Facebook.
Al final, como siempre, me he enrollado y lo que iba a ser un post festivo se ha convertido en un panfleto político. Bueno, enhorabuena y gracias si has llegado a leer hasta aquí. Agradezco también comentarios y que si te gusta el blog, lo compartas en redes sociales, que por esto no te meten en la cárcel.